Fue en el curso de la asociación ClickAbrera donde descubrí el Photoshop y sus múltiples posibilidades, no en el retoque de fotografías, sino mas bien en su procesado. No como una aplicación para añadir o eliminar elementos a una imagen, que aunque legítimo y muy interesante, sería darle un uso creativo, sino mas bien como una herramienta que ayude a reforzar y transmitir el mensaje de la fotografía.
Una de las técnicas relativamente sencillas cuando ya se empieza a trabajar por capas es la del efecto dramatizado, que en esta fotografía me ha servido para aislar al personaje principal y darle mucha fuerza a sus rasgos faciales, especialmente a su mirada.
La foto fue tomada en Myanmar en 2006, en una estación de tren durante un trekking de 3 dias cerca del lago Inle. La vida en estos pueblos aislados discurre apacible y tranquila, y tan solo la llegada del tren a la estación genera una frenética actividad comparable a la de cualquier mercadillo de domingo. Decenas de mujeres se acercan al tren a vender flores, comida, gallinas, tabaco, etc, con una mezcla de prisa y calma en sus movimientos. Durante los minutos que el tren permanece en la estación, todo se transforma en un pequeño caos efímero y controlado. Mientras, algunos de los ocupantes del tren obervan con aparente calma, y a juzgar por la curiosa mirada de la mujer, un viajero occidental haciendo fotos, debía ser tan exótico como para mi lo era esa explosión de actividad.
Gracias a Manner, con quien compartí dicho viaje, junto con Andreu y Neil Sam, he recordado y recuperado muchas fotos, de las que ésta es un buen ejemplo para practicar el efecto dramatizado que hemos aplicado hoy. Aquí os dejo el antes y el después.
1 comentario:
Molt be Birmani!!!
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